martes, 1 de febrero de 2011

Omega delta, omega delta

Siempre me ha parecido fascinante el lenguaje que se habla por medio de los radios de bancha anda, no importa cuál sea el oficio, profesión o arte de los interlocutores, siempre es maravilloso, envuelto en claves y con algo de misterio.

Basta subirse a un taxi de línea para ver a estos choferes/espías hablar en código: cómo está la 56 por el 48, cambio. La otra voz responde, la 56 por la 48 está 9 subiendo y 14 bajando. Mierda, hay que ser un genio para hablar y memorizar todo eso, con razón nuestros taxistas son ingenieros, médicos, arquitectos, exempleados de PDVSA y demás. La 56 por la 48 está 9 subiendo y 14 bajando, todo esto para decir lo que uno mismo va a comprobar en minutos, que la Libertador por abajo está trancada de este a oeste, pero libre de oeste a este.

Ni hablar de los vigilantes de los centros comerciales, que ahora usan esos telecomunicadores que se colocan en los oídos y hablan al aire, uno no sabe si el vigilante es un agente del MOSAD, la CIA o alguna otra agencia secreta. A eso le podemos sumar sus uniformes, que parecen sacados de una serie de investigadores y en especial su actitud, miradas penetrantes, cavilantes e intimidadoras, uno se les acerca a preguntar dónde queda una tienda y en lo que ven te entra un honesto temor que te hace aclararles de una "no señor vigilante, no voy a robar la tienda, lo juro" y es en ese preciso instante que entiendes para qué sirve el radio super moderno, para llamar a información, porque los panas no tienen ni idea nunca de nada. Central, central, acá está un 56 preguntando por el 48 de la zapatería. Mierda, piensa uno que se acaba de bajar del taxi, la 56 de la 48 no es la cola de la Libertador?

Sin embargo, hay algo más sorprendente, todos, TODO, en clubes, centros comerciales, líneas de taxis, donde sea, se identifican de la misma manera: Omega delta, omega delta. Presten atención para que vean. Por qué si el abecedario griego tienen un montón de letras, siempre, siempre, usan esas dos.

Luego de profundos estudios, he aquí la respuesta:

Imaginen que un portador de radio llama a la central y se identifica "Central aquí Pi, repito aquí Pi" en la central siempre habrá un jodedor que responderá "ay, pipi o pipicito" o un compañero que a través de su radio compelentará "Central aquí Pi(pe)". Descartemos pues PI

Tomemos ahora dos letras más.

"Epsilon a Iota, Epsilon a Iota" qué puede obtener de respuesta? "qué pasó (b)ecerro, más I(d)iota serás tú, magué, I(d)iota tu madre, además, yo no tengo pana Epsilón, los míos son el Yohanson, el Wilkelson, el Erierson, pero Epsilon un co... de ma... tú lo que me estás es vacilando." Epsilon e Iota, no gracias.

Así podemos seguir con Kappa (cápate éste) Psi (Psi, Psi probando,probando - pruébate éste), Lambda (el pana lambada o Natusha) y así casi todas.

Todas menos, Omega delta, omega delta. Cambio y fuera


Cambio y fuera

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