viernes, 19 de junio de 2009

La arenga

Hay algo que sospecho, una de esas casi certezas que te dan vueltas en la cabeza, de un lado a otro y con cada segundo se hace más grande.

El presidente ha visto demasiadas películas, en especial las épicas y las de guerra, esas donde el gran línder arenga a su pueblo, a su ejército, a sus congéneres. Los estimula, espada en mano, a ir a una batalla casi perdida, donde el enemigo los supera en hombres, en armas y en equipamiento, pero ¡nunca en valor! ¡nunca en compromiso! y claro, el enemigo no tiene un líder como él.

Eso es lo que recuerdo en cada cadena, en cada Aló Presidente, cada vez que el Presidente está en la radio o la televisión. Cierro los ojos y lo veo ahí, con falda escocesa, pintada la cara de azul, con la espada en la mano (la misma que camina y ha hecho cojear a la América Latina), cual Willian Wallace en Corazón Valiente, gritando que podrán quitarnos todo, menos la libertad. 

O tal vez podemos ver a nuestro gran y único líder, ataviado en sus colores militares, casco en mano, como el General Patton, hablando del papel fundamental de cada soldado, que no mueren, simplemente se desvanecen hacia la gloria eterna.

Pero por más que trate de engañarme, con los ojos cerrados, no puedo. Chávez no es Wallace y menos es Patton y sus enemigos no son los ingleses o los japoneses, alemanes o italianos. Los enemigos de la revolución son tan venezolanos como los mismos revolucionarios o hasta más, porque no cuentan con cubanos, iraníes o soldados de otras latitudes.

Tampoco son los tiempos para eso. No peleamos por la independencia o contra una amenaza mundial, de hecho, no debería haber pelea alguna, a no ser una abierta guerra al hampa. Pero no es así.

Esto me trae a una última gran arenga. La de Aragon en el Señor de los Anillos, El Regreso del Rey, tremendo discurso a los pies de las puertas negras de Mordor, esa sí es la manera de llamar a una guerra, hasta provoca pelearla. Pero esa pelea ni se dio. Los pequeños y escurridizos Hobbits ganaron la lucha sin lanzar ni un golpe, con más inteligencia. Algo que puede faltar en las grandes arengas, especialmente las que se dicen con el corazón o las tripas.

Pero eso es lo que hay. Muchas palabras, poco cerebro




miércoles, 17 de junio de 2009

Mi Amiga (para Eliana Suárez con mucho cariño)

Temple y corazón hechos mujer piel canela, 
tan fuerte y segura como una diosa,
tan suave y sutil como una delicada tela,
con su andar de amazona, altiva, bella, graciosa.

Una amiga como pocas, generosa y honesta,
de palabra solidaria y en acción muy bondadosa,
su sonrisa apacigua la tempestad en la floresta
y sus palabras traen paz de manera prodigiosa.

Y que buena compañía a la hora de comer,
pues se deleita en grande con el cuchillo en mano,
y ante una parrilla no esconde su proceder
pues no hay yuca, hallaquita o carne que con ella se pida en vano.

Amiga (para Eliana Suárez, con mucho cariño)

lunes, 15 de junio de 2009

El país del oximorón

Un oximorón es una frase, que en sí misma es una contradicción, una frase compuesta por dos elementos que se contraponen, pero que no se anulan, sino que recrean un tercer valor, al cual, en lo posible hay que buscarle una lógica.

Ejemplos: 

"Un minuto eterno". Un minuto tiene 60 segundos, no puede ser eterno jamás, pero un lector puede intuir que se trata de un minuto en el cual pasó algo que lo hizo "interminable"

"Palabras vacías". Cada palabra tiene un significado que en sí mismo dice mucho, unas palabras vacías puden referirse al nivel de contenido que el escucha o lector puede acreditarle a quien profiere las palabras. Una excusa por un deliz amoroso puede generar "palabras vacías"

"Inteligencia militar". Esta es más difícil de comprender, pero se le atribuye al espionaje y actividad investigativa de los ejércitos. 

Una vez claro qué significa y cómo funcionan los oximorones, veamos porqué este gobierno es prodigo en ellos.

Revolución Pacífica: la primera gran mentira, las revoluciones son acciones violentas, que rompen de manera abrupta con los esquemas pevios. La china, la cubana, la bolchevique, la restauradora, todas esas revoluciones implicaron sangre, violencia,  muerte y sobretodo, aniquilamiento de lo que era. Esta revolución pacífica ha tardado 10 años en los que ha cambiado el nombre de las cosas, pero no su espíritu.

Justicia revolucionaria: o la justicia es para todos o no es justicia, confundir leyes, con justicia es un error común de las regímenes autoritarios o dictatoriales, que manejan las normas para crear su propio sistema de inequidades. Insisto, las revoluciones no reconocen justicia, la crean a su necesidad, los franceses guillotinaron, los cubanos fusilaron y los bolcheviques regalaron viajes a Siberia. No es justicia revolucionaria, es sentencia onligante.

Y mi favorito:

Socialismo del Siglo XXI: el socialismo no puede ser jamás un concepto nuevo, imperante elemento para que algo sea del siglo XXI, de nuestros días. Menos lo es esto, que de socialismo no tiene nada, que genera división, empobrecimiento y más desigualdad. Pero si no hay nada de socialismo en nuestra ausencia de estado, menos hay de "siglo XXI", ¿o es que los gallineros verticales, el trueque, las constantes citas de consignas y frases de Bolívar, Zamora, Robinson, Marx y otros tantos son muestras de progreso y de los tiempos que nos toca vivir?

Si alguien le encuentra lógica a todos estos sin sentidos, por favor que me lo diga, mientras, para cerrar con otro oximorón, me mantendré esperando lo inesperado.




A menos de un metro de estar peor

Señores, a la cuenta de tres, todos nos levantamos y aplaudimos, se lo merecen, la mejor excusa, la más revolucionaria, la más excluyente, la más "socialista del siglo XXI" ha sido dicha.

1,2,3 APLAUSOS.

Justificar la suspensión de las obras de la línea 5 del metro, la eliminación de varias estaciones, principalmente en Las Mercedes, porque el metro no es para los oligarcas es algo que debe estar en los anales de las declaraciones chaviztas.

Estamos a menos de un metro de verificar que SI existe discriminación social en Venezuela, con ciudadanos privilegiados por su adición o fanatismo político y otro grupo de excluidos por motivos varios.

Como continuación de su infeliz sentencia, el presidente del Metro de Caracas, reconoce que a los restaurantes les llegan en carros, claro, algunos clientes llegan en carros. Los empleados, trabajadores, los cobradores y hasta los clausuradores del SENIAT muchas veces no tienen carros. Como tampoco lo tienen muchos estudiantes de los Institutos Universitarios que hacen vida en las Mercedes, o los empleados del Tolón, de Paseo las Mercedes, de las clínicas, tiendas, y despachos estadales que hay en esa parte de la ciudad. No me suenan como una multitud muy oligarca, pero sí como un grupo severamente afectado.

Por otra parte, estamos a menos de un metro de confirmar que para el gobierno solucionar el tráfico no es una prioridad, total, una caravana de abusivos funcionarios apartando a los demás es una buena solución. El Metro no, los oligarcas que se calen sus colas.

Finalmente, estamos a centímetros de saber que una vez más, la corrupción avanza, frenando el desarrollo del país, esta vez se puede medir en Metros de atraso.