viernes, 11 de febrero de 2011

La hora del optimismo

Ser fanático de los Orioles de Baltimore significa, ante cualquier cosa, creer. Seguir a un equipo que desde hace 13 años no tiene una temporada con récord positivo es un acto de fe, es un dogma.

Cada año, cada primavera la asumimos con esperanza, con la ilusión de un año mejor, que éste sí será el año, no importaba si en el roster había nombres como Tony Batista, Bigbie, Gibbons, Lowen, Daniel Cabrera, Lou Montáñez y otras ilustres opacidades, no importa si Omar Daal o Bruce Chen tenían que abrir cada 5 días.

Ser Oriol es, además, soportar la burda de los aficionados venezolanos, esos que tienden a ir por el equipo del criollo de moda, como en su momento lo fueron Cleveland, Colorado, Atlanta, Boston y claro está, los Yankees, quienes por ganadores son fáciles de escoger. No, los fanáticos de los Orioles tenemos mucho menos que un compatriota rutilante, salvo Aparicio y Melvin Mora nuestra representación se ha llenado de Leonardo Hernández, Daal, Luis Hernández, Eider Torres, Raúl Chávez, Victor Zambrano y otros notorios jugadores de relleno que pusieron las ganas, pero poco más. No, los fanáticos de los Orioles tenemos pasado, desde Bogg, Aparicio, los Robinson, Palmer, Cuellar, McNally, finalizando tal vez con Cal Ripken, el último gran Oriol, parte de ese fabuloso equipo del 97, que dominó el Este de la Americana de punta a punta.

Hasta ahí.

Todos mis amigos Orioles en el país sobrepasan los 36 años, no es difícil de imaginarlo.

Como siempre por estos días, pensamos que eso está por cambiar. Este puede ser el año.

Este puede ser el año.

Unos repotenciados Orioles, bajo la tutela de Buck Showalter y la gerencia de Andy McPhail (llamado por muchos McPhailure) se aprestan para abrir los entrenamientos primaverales el día de los enamorados ,un bien día para seguir amando a nuestro equipo.

Un infield con Mark Reimold, JJ Hardy, Brian Roberts y Derreck Lee garantiza buenos guantes y mejores bates que los que vimos el año pasado: Reinolds Vs. Tejada, Hardy Vs. Izzy, Roberts Vs. su ausencia y Lee Vs cualquiera que pasó por la primera base. No hacen falta los números para saber que posición por posición es un mejor infield.

Con Luke Scott en el LF, Adam Jones en el CF y Nick Markakis en el RF los Orioles tendrán un excelente trío de bateadores, dos fildeadores de primera y alguien que juega dentro de sus capacidades y sabe hacerlo (Scott).

Vladimir Guerrero trae al equipo algo que faltaba desde al época de Rafael Palmeiro y antes de Albert Belle, un geniuno cuarto bate, una pieza central para construir alrededor, un bate que aunque no produzca los números del año pasado, hará que los bates del line up sean más efectivos, especialmente el de Nick Markakis, quien debería ser el tercero en el orden y quien se beneficiaría (en teoría) con mejores pitcheos, tal fue el caso del MVP Josh Hamilton.

El relevo también es mucho mejor, Berken y Johnson sanos se suman a un bullpen que contará con Kevin Gregg, Accardo, Koji, Mike González y zurdos como Hendrickson o Rapada

De los jóvenes brazos se ha dicho bastante, Matzus, Arrieta, Bergersen, Tillman, Britton, Van der Hurk, todos son jóvenes con mucho talento y más que probar, los scouts han ensalivado con la posibilidad de contar con dos zurdos como Matzus y Britton, así como con lanzadores de la calidad de Arrieta o Tillman y he aquí el gran SI del equipo. SI estos muchachos lanzan como hombres, SI estos veinteañeros dejan los miedos y pitchan en su plena capacidad, SI se mantienen sanos, entonces SÍ, éste SÍ es el año.

14 años desde la última temporada ganadora, 28 años después desde el último título en Series Mundiales es mucho tiempo, aún así llegó la hora del optimismo.

Ser un Oriol es ser optimista

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