Como ya he dicho en artículos anteriores esto no tiene nada de socialismo y menos de siglo XXI, más cuando vemos que las bases doctrinarias se hayan en Bolívar, Zamora y Marx, un trío que nunca vio cine mudo TV en blanco y negro y mucho menos se sentó frente a un computador.
Tampoco el proceso revolucionario me suena a dictadura, puede que haya militarismo, mucho revanchismo y abuso de poder, pero dictadura, sin careta, represiva, asesina y fratricida, no, aún no se llega a eso.
Autoritarismo, sí, concedemos que vivimos un autoritarismo egocentrista, personalista y narciso, pero aún falta algo que enmarque a este proceso, algo que nos haga entender qué vivimo y por qué, esa definición, que en este caso más que doctrinaria, es dogmática.
Y por ahí se viene la cosa. El chavizmo tiene más de fundamentalismo, que de socialismo. Tiene más de acto de fe que de contenido.
Si vemos con detenimiento en concepto de fundamentalismo descubriremos que se trata de una doctrina/dogma que llama a vivir bajos la égida y el control de unas escrituras o palabras sagradas provenientes de un dios, que son el fundamento social. Este conjunto de leyes es dada al hombre en una clase de aparición milagrosa (como es el caso de Moisés y los 10 mandamientos). Luego están las adiciones que los profetas o apóstoles le hacen a estas leyes, en libros sagrados, para que, finalmente, venga un Mesías a proclamar la salvación y a guiar el camino.
Recordemos que los fundamentalistas de cualquier trocha viven al pie de estos principios, se reconocen como salvados, como los únicos dueños de la verdad, los demás son infieles y como tal, deben ser exterminados o subyugados.
Entendamos entonces las cosas.
El chavizmo se basa en el culto a Bolívar, cuyo pensamiento y palabra son las bases fundacionales sobre las cuales debe descansar la sociedad. Bolívar es el Dios.
Si el Libertador es el Dios, quiénes serían sus apóstoles? En esta ensalada de despropósitos y oximorones que es el chavizmo, los apóstoles son Zamora, quién sumió al país en una lamentable guerra civil, con un chovinismo doloroso. Otro apóstol es Carlos Marx (quien a pesar de referirse con los peores epítetos sobre Bolívar, es nombrado en la misma frase por los revolucionarios), autor del Capital y padre del comunismo.
Hartas y tediosamente conocidas son las historias de como el Presidente fue viendo las diferentes revelaciones que lo llevaron a hacer el juramento aquel. La palabra le llegó de milagro, Dios le habló en sus proclamas, cartas y manifiestos. la Carta de Jamaica o el Decreto de Guerra a Muerte son palabras sagradas que se revelaron ante Chávez.
Ya tenemos casi todos los elementos del fundamentalismo, nos falta el Mesías (bueno, en realidad no nos salta, nos ha sobrado) y es acá donde entra Chávez. Él es el elegido, el enviado, líder salvador, el que es, siendo. Y claro, ha venido a enseñarnos el camino y guiarnos. Ha venido a refundar nuestra sociedad con sus fundamentos bolivarianos. Pide fe, devoción, sacrificio y entrega. Llama enemigo a quienes no aceptan su palabra, infieles condenados.
A finales de los 70's renació lo que hasta hoy era el último de los fundamentalismos, el islámico. Tras el derrocamiento del Sha en Irán y la ascensión del Ayatholado el mundo árabe vivió un proceso de regresión hacia los principios fundamentales del Corán, incluso en un país que se había alejado de ese mundo, proclamándose persa, amigo de occidente y del estado de Israel, como lo era Irán. La Revolución Islámica le agregó un último elemento al fundamentalismo, el antio ccidentalismo y el anti semitismo. Con estos dos puntos, la Revolución pasó a amalgamar, en lo posible, al medio oriente, llevando su ideología más allá de sus fronteras.
Chávez, fiel a su costumbre de unir lo imposible de sumar y meter en el mismo saco a moros y cristiano a tirios y troyanos le ha sumado a su fundamentalismo el anti semitismo y el anti occidentalismo en la figura del anti imperialismo.
Otro factor del fundamentalismo, las peleas imposibles, la lucha del bien contra el mal.
Con todos los ingredientes sobre la mesa lo que le quedaba a Chávez era salir de su feudo (en su mente ya salvado) para ir a evangelizar a otros lados, llevando su dogma que sanará al mundo.
Sé de alguien que puede estar feliz de leer esto, alguien que en sí mismo ha pasado de ser cristiano, capitalista y francés (muy occidental) a musulmán, socialista y anti semita. Alguien cuyos libros le han causado cárcel, multas y penas (por negar el holocausto judío). Así nunca leas esto, Roger Garaudy, tal como lo soñaste, existe alguien que, aunque sea a lo loco y a la fuerza, ha creado un fundamentalismo como el islámico, pero socialista, anti imperialista, anti semita, regresionista y exportable, pero sostenido a billete limpio y en los medios de comunicación que tanto criticabas cuando hablabas del fundamentalismo industrial.
Para tu alegría y nuestra desgracia, hete acá Fundamentalismo del Siglo XXI
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