lunes, 27 de abril de 2009

Perrea mami, perrea (o el oscurantismo hecho ruido)

Es para preocuparse, no puede ser para menos, cuando el mundo entero se rinde a los pies de algo como el regetón, cuando el mundo le abre las piernas a un genero musical que no reivindica ninguna lucha, que no eleva ningún valor y que mucho menos exalta un gentilicio. 

El regetón nace carente de un valor más allá del musical (soy melomano, no músico, así que le daré algo de valor musical), nace adoleciendo del poder de discurso social del R&B, del espíritu de reto del Rap o del HipHip. Mucho menos el poder de queja de la trova cubana, del canto libertario de la música irlandesa, del contestatario rock brasileño, pero en especial, el regetón es una bofetada al movimiento feminista y a cualquier esfuerzo de dignificación que puede hacerse donde hoy en día, aún, exista discriminación sexual en detrimento de la mujer.

Eso es lo que más me cuesta entender.

Cómo las mujeres son las más atraídas por un género musical que las coloca en el piso, como objetos sexuales nada más? Si antes dije que el mundo le abrió las piernas a esto, las mujeres en especial parecen haber hecho lo mismo, pero para dejarse ultrajar.

No quiero pecar por moralista, ni por pacato, la sensualidad o entrega con la que cada quien baile el regetón me es lo de menos. Tampoco voy a negar lo atractivo que puede ser ver a una mujer bailándolo, nada de eso entra en tela de juicio. Como dije, me cuesta entender que a una mujer la insulten y tome el insulto gustosa y con buen ritmo en la cadera.

Parece que entre blin blin y perreo me perdí de algo. Pero menos mal, a veces la ignorancia salva. 


1 comentario:

  1. Muchas verdades... mil aplausos para tu crónica.

    July. julyazulceleste.blogspot.com

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