En la década de los 70´s Paul
McLean asomó una teoría que trataba de explicar la evolución del cerebro humano
a través del paso de miles de años, de esta manera nuestra masa encefálica se
desarrolló en tres pasos, el cerebro reptil (o reptilineo), el límbico y el
neocortex, llamados también cerebros primitivo, medio y nuevo, por la datación
que se les asignaba,
Los cerebros de McLean se
entienden muy bien cuando se cruzan con las necesidades descritas por Maslow,
desde lo más básico hasta lo más específico. El cerebro reptilineo es el más
antiguo se encarga de controlar las funciones básicas como la respiración, el
control del sistema nervioso y el metabolismo de los otros órganos. Las tareas
y funciones que tiene a su cargo las realiza de forma automática. El cerebro
límbico o medio es en donde se encuentran las emociones. En este cerebro
también se encuentran las funciones del aprendizaje y de la memoria. Se puede
decir que aquí es en donde se procesan las emociones. Por último está el
cerebro neocortex, es el cerebro más desarrollado, es lo que nos diferencia de
los demás animales. Aquí se produce el pensamiento lógico.
Esta teoría que ya casi llega a
las 4 décadas acaba de ser retada ante el descubrimiento de un nuevo cerebro.
El descubrimiento es de fecha muy
reciente, desde principios de abril, cuando comenzaron a darse una serie de
manifestaciones cerebrales nunca antes vistas.
Los signos eran claros, un hombre
capaz de comunicare con pajaritos del más allá, capaz de reescribir la
geografía nacional con la misma pasmosa habilidad con la que cambia la
gramática del idioma. Un cerebro capaz de improvisar en francés. Un cerebro
capaz de soltar amenazas y culpas como si fuera una metralleta de las más
letales.
También es un cerebro capaz de
decir lo mismo, pero que suena a nuevo. Magnicidios, planes de la derecha,
Imperio, capitalismo. Líder máximo, gran líder, padre, padrecito, mesías...
Una mente maravillosa que sin
pestañear habla de inseguridad, de burocracia y corrupción, como si jamás
hubiera pertenecido al gobierno del cual es parte desde hace 14 años. Hasta hace que uno llegue a dudar que es del mismo partido y que fue ungido por el líder máximo, gran líder, padre, padrecito, mesías...
Una masa gris que engendra pensamientos
homofóbicos, que desdeña de los discapacitados y especiales, que, por su
puesto, odia la disidencia y a todo aquel que piensa diferente. Una mente que dice amor pero uno escucha rencor, que dice paz y suena a plomo.
Los científicos que documentaron
y describieron este nuevo cerebro tardaron un buen tiempo en encontrarle un
nombre apropiado, hasta que llegaron a una conclusión.
Así pues, ahora tenemos 4 tipos
de cerebros, el reptil, el límbico, el neocortex y el reciente, el fresquito
descubierto en abril, el cerebro rectal.
(Ciertamente, sólo pensando con
el culo se puede decir todo lo que este señor ha dicho)