No sé si les pasó a ustedes, no sé si fue un fenómeno aislado que nos tocó vivir a quienes por muchos años compartimos el salón de clases en la Unidad Educativa Colegio del Ave María.
La cuestión es ésta: la profesora, de la materia que sea, probablemente por más flojera que por inclinación a una mejor enseñanza, nos decía que iban a darse exposiciones libres. A simple vista las exposiciones de temas libres eran una gran oportunidad para nosotros como estudiantes, un chance único para investigar un tema que nos pareciera asombroso, un tema que nos apasionara, que nos diferenciara. Al menos eso pensaba.
Mis compañeros de clases y en especial los de equipo de expisición pensaban de otra manera. Los temas libres eran temas recurrentes: las drogas, el SIDA, los métodos anticonceptivos (que curiosamente siempre terminaban recomendando que abstenerse era el método más seguro), el petroleo y la naciente Unión Europea.
Tres cadenas en dos días, diciendo lo mismo, repitiendo las mismas muletillas, las mismas amenazas y los mismos malos chistes me recuerdan a una de mis compañeras hablando del condón como método anticonceptivo o tal vez como método de barrera para evitar el contagio del SIDA.
Ambas exposiciones podían sonar igual, ser lo mismo.
La memoria de mis compañeros leyendo las láminas que año tras año fallaban en aprenderse o parados de frente al salón, apuntador de antena en mano, arrancando su participación diciendo: "como mi compañero quería decir" o inventando descaradamente a ver si, como pasaba, se salvaban gracias a la bondad de las profesoras, se me confunde con las imágenes de hoy, de esas cadenas de repeticiones, donde unos infelices son expuestos a hablar de manera "espontánea" al comandante/presidente/profesor/encuestador/pelotero/dramaturgo/omnipresente.
Lo que más me divierte, entonces y ahora, es cuando las profesoras (o el hablador) regañan a los expositores frente a toda la audiencia, por mediocres. Es chistoso, pero es como ver en vivo a un cachicamo decirle a un morrocoy que es un conchuo.
Esas distantes exposiciones de temas libres eran una improvisación, un chiste, eran algo que se hacía para malprender unos puntitos extra para el 70% y para los profesores era el chance de no hacer mucho y cobrar en proporción.
Con esas exposiciones se pasaba, cuando se merecía haber raspado.
La historia, como las notas de las exposiciones libres parece repetirse, quienes merecen estar raspados han pasado.
jueves, 16 de febrero de 2012
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