Tiempo le dan al
tiempo,
porque debe
trabajar,
mientras uno
busca aliento
cuando le toca
bajar.
La cosa no es tan
sencilla,
ni debe tomarse a
la ligera,
es como quedarse
sin silla,
y sentarse en la
escalera.
La paciencia
entre la adversidad,
no es una
herramienta de moda,
no se aprende en
la universidad,
ni la aprendemos
por joda.
Ante la
desgracia, la calma,
no se debe caer
en desespero,
se debe proteger
el alma
de la angustia y
sus aperos.
Grita, hazlo del
corazón,
desahogarse con
fuerza es necesario.
Pero, no cedas a
la desazón,
que vivir es algo
diario.
Paciencia,
paciencia y más paciencia.
Busca la luz en
la oscuridad,
recuerda que buscas,
en esencia,
vivir en plena
felicidad.